Leopoldo Benítez y Paola Garro, estudiantes mexicanos, encontraron la forma de atacar dos enormes problemas ambientales: el impacto de las colillas de cigarro y la excesiva tala de árboles.
Conoce más sobre la historia, proyecto y verdadera revolución de estos jóvenes que están transformando las colillas de cigarro en papel.
Un hongo muy especial
Benítez, egresado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, descubrió un hongo que es capaz de degradar las colillas de cigarro –las cuales, bajo condiciones normales, tardan alrededor de 12 años en degradarse. A través de este proceso, solo tarda unos días.
A partir de este descubrimiento, Benítez comenzó a trabajar en un proyecto de tesis y comenzó a formar un equipo, con miras a expandir su idea.
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EcoFilter y la cruzada contra las colillas
Es en esta parte de la historia cuando entra Paola Garro, estudiante de administración de la Universidad Tecnológica de México. Se convirtió en la pieza clave del proyecto, que recibió el nombre de EcoFilter.
Lo que hace Benítez, Garro y compañía es extraer la sustancia tóxica de las colillas –este proceso puede tardar entre 10 y 15 días. Después, se lavan las colillas y se dejan secar. Finalmente, se genera la pulpa de celulosa a partir de las colillas secas. Esta es la celulosa que se utiliza para elaborar papel.
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Más allá del papel
En EcoFilter, aseguran que esta celulosa sirve para mucho más que solo para hacer papel y aseguran que, en el futuro, se pueden elaborar fundas, suelos, aislantes térmicos y acústicos, ladrillos y cartón.
Con esto, además del problema de las colillas de cigarro, los estudiantes mexicanos buscan resolver el problema de la deforestación en México, una de las amenazas ambientales más inminentes de nuestro país.
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