Cuando estudiaba Ingeniería en Electrónica, Carlos Mondragón jamás se imaginó que años más tarde tendría una empresa de servicios multiplataforma en el sector de las industrias creativas. Se trata de Grupo Nuu, un holding de empresas que está cambiando la manera en que se consume la cultura en México y en el mundo.
Tras trabajar por varios años en industrias relacionadas con las telecomunicaciones, Carlos estudió una maestría en Diseño Industrial y fue aquí donde analizó que la ingeniería y la creatividad son “totalmente compatibles”. Años después, hizo otra maestría, ahora en Negocios en Inglaterra, a partir de cual fundó su primera empresa especializada en creación de páginas web en el año 2001.
Pero el origen de Grupo Nuu se remonta al año 2009, cuando por motivos personales Carlos se mudó a Dubai y creó una empresa dedicada al desarrollo de software. Regresó a México en 2013 y decidió crear este holding empresarial. El objetivo era que cada empresa tuviera su propia identidad y proyectos, pero que en conjunto formaran un grupo potente de soluciones tecnológicas de software y hardware.
Son tres las líneas de negocio de Grupo Nuu y se divide en: servicios para museos, con la empresa El Gabinete; para editorial, con Manuvo; entretenimiento, con Goose & Hopper; y Digono, especializada en servicios de tecnología y de ingeniería.
Manuvo busca rescatar el patrimonio editorial a través de soportes digitales. Por ejemplo con códices prehispánicos digitalizados o la obra literaria de Amado Nervo, Sor Juana Inés de la Cruz y Octavio Paz. Con este último se posicionaron en el top de descargas (sólo por debajo de Facebook) a la primera semana de lanzar la aplicación.
En el área de museografía, por ejemplo, su intención es desarrollar aplicaciones lúdicas que despierten la curiosidad de los visitantes al recorrer un museo, espacio cultural o exposición, y a su vez, mejorar la experiencia y los contenidos.
Cultura más inclusiva
“Cuando te das cuenta que la industria creativa es más grande que la industria de las armas, puedes ver que económicamente es mucho más viable”, dice Carlos Mondragón, quien decidió integrar sus conocimientos en esta industria por depender en gran medida del talento o ingenio de las personas.
Carlos comparte que el impacto que se genera en la sociedad es uno de sus principales motores, por ejemplo, para personas con discapacidad, como ceguera, debilidad visual o para alguna minoría.
Grupo Nuu ha colaborado en diversos proyectos inclusivos como la creación de una plataforma para contenido digital en lenguas originarias. Justamente este proyecto hizo acreedor a Grupo Nuu a varios reconocimientos, entre ellos uno que recibió hace dos años de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como una de las empresas más innovadoras de Latinoamérica en la Economía Naranja. Con él confirmó la oportunidad que existe en este nicho. “Nuestros productos impactan en la vida de las personas y a su vez democratizan la cultura”, asegura Carlos.
Uno de sus mayores logros fue repatriar digitalmente el Códice Mendoza, un documento mexica elaborado en 1541 que describe el imperio controlado por el huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin a vísperas de arribo de los españoles. El códice está resguardado en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, y Grupo Nuu, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo transfirió en un formato de alta resolución y con una investigación sólida para que tanto un niño de quinto de primaria como un investigador obtengan recursos valiosos sobre él.
La tecnología que esta al alcance de todos con una tableta o una computadora permiten que el contenido y la cultura se democratice “nos gusta ser intérpretes de la cultura y ponerla en dispositivos para que la gente acceda a ella”, dice el emprendedor.
Recientemente Grupo Nuu le abrió la puerta al internet de las cosas (IoT) y a la inteligencia artificial (AI) por medio de Box to Live, una familia de hardware y software para darle vida a espacios públicos o monumentos. Por ejemplo, puede hacer que el Ángel de la Independencia hable, gracias a una aplicación.
Un modelo de negocio escalable
El equipo de Grupo Nuu se conforma por 60 personas que están ubicadas en Morelia, Michoacán, pero además tienen oficinas comerciales en Colombia, Canadá, Chile y Francia, por la oferta cultural que puede aprovecharse en estos países. Al año realizan entre 10 y 12 proyectos, en promedio. Si bien no iniciaron con una inversión inicial alta, a lo largo de sus cinco años de vida han invertido la mitad de sus utilidades por año.
Carlos funge como director del grupo y comparte que el primer año facturaron 200,000 pesos de los cuales obtuvieron 30,000 pesos de utilidades que reinvirtieron de manera automática para el siguiente año. A partir de entonces el grupo ha ido en ascenso y para 2017, alcanzaron una facturación de 18 millones de pesos.
En sus servicios alcanzan utilidades entre el 30 y 40%, y nueve de cada 10 clientes los recontratan. Aún así, el director asegura que uno de los principales retos en la industria creativa es una falta de planeación financiera, que si no se toma en cuenta puede llevar a la quiebra a cualquier empresa.
El emprendedor cuenta que en 2012 vivieron una de sus peores crisis. “Todos teníamos perfiles muy divertidos como ingenieros, museólogos, diseñadores, pero no teníamos una práctica financiera sólida”, uno de sus consejos es sumar a tu equipo a un contador, administrador o asesor financiero para entender mejor cómo administrar y planear pagos, inversiones y flujos de capital.
Una opción es probar todo proyecto nuevo con un Producto Mínimo Viable (PMV) para validar antes de lanzar al mercado un producto que tal vez no sea exitoso. Carlos recuerda que una ocasión invirtieron 3 millones de pesos en el desarrollo de una aplicación para niños. Sin embargo, sólo tuvieron 100 descargas, “fue un fracaso que, con un PMV, pudo evitarse”.
El talento humano
En la industria creativa, la materia prima es la creatividad de las personas, así que lo principal para que una empresa creativa funcione es cuidar a tu equipo. En 2011 se desarrolló un área en Grupo Nuu llamada Freidora, que consiste en meter a sus nuevos talentos a un proceso de entrenamiento sobre metodologías, procesos y tendencias. A partir de esta implementación, su equipo está muy motivado y al día respecto a los avances de la industria.
Dorian Mastin, Director regional de la Escuela Nacional de Arquitectura, Arte y Diseño en la Región Occidente del Tec de Monterrey, comparte que al año egresan alrededor de 400 alumnos en áreas de la industria creativa en la institución, de los cuales, cerca del 70% se emplean en trabajos relacionados con su carrera.
Entre las áreas de oportunidad que Mastin comparte para los nuevos emprendedores está la creación de contenido para realidad virtual. “Los gamers son quienes han aprovechado esta tendencia, pero cada día más empresas apuestan por implementar activaciones que involucran la realidad virtual”.
Sin embargo, afirma que aún hacen falta más instituciones de apoyo para los emprendedores de la industria, si bien el Tec de Monterrey cuenta con su propia metodología para la creación de empresas, en general, “hace falta conocer más sobre la economía naranja y cómo emprender en la industria creativa, ya que por lo general se hace de forma autodidacta o conforme las experiencias te guían”.
Es por eso que Mastin asegura que “en esta industria el networking es básico para conocer lo que está pasando, conocer a las empresas y a los desarrolladores más innovadores”. Una buena forma de adentrarte es por medio de la misma universidad o asistiendo a eventos de tecnología e innovación digital.
Por su parte, el director de Grupo Nuu aconseja a los recién egresados o futuros emprendedores ser muy tenaces para aceptar que todo reto es una experiencia más y no claudicar, sino “aprovechar que México es un país muy rico en gente creativa que disfruta mucho de nuevas experiencias y aquí es el mejor lugar para hacerlo”.
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