El descenso de rápidos o rafting es una de las actividades más emocionantes dentro del turismo de aventura. En México tenemos la fortuna de tener ríos clase III y IV (en una escala que va del I al VI), es decir, de dificultad media y avanzada según la clasificación mundial de rápidos. Si ya estás más que puesto para aventarte a domar esas corrientes salvajes, dale un vistazo a estos ríos mexicanos que son garantía de aventuras inolvidables.
Río Filobobos (Veracruz)
En el Filobobos no solo terminarás empapado de agua, sino de la exuberante naturaleza que rodea los rápidos. Un recorrido por este río te pondrá al alcance de lugares que parecen sacados de una película, como una zona arqueológica totonaca escondida en la selva veracruzana, así como la cascada El Encanto, que brota de las rocas si fuese el torrente sanguíneo de la montaña.
A lo largo del Filobobos tendrás que sujetar bien el remo para hacerle frente a rápidos de clase III y IV. Y una vez que has cruzado los rápidos, será difícil no caer en la tentación de refrescarte en los remansos del río, donde nacen pozas de agua esmeralda flanqueadas por enormes paredes de roca.
Al margen del río hay un campamento de rafting en donde puedes hospedarte de dos a tres días en cabañas sencillas pero cómodas. Si te hospedas aquí, tendrás incluída la comida, el guía, el equipo necesario y el entrenamiento básico para que sepas como atacar los rápidos y le saques todo el provecho a la experiencia.
Río Lacanja (Chiapas)
Si ya estas familiarizado con la belleza natural de Chiapas, imagínate como sería experimentar toda la biodiversidad de la selva Lacandona desde un río. Para hacer el descenso del Lacanja necesitas como mínimo dos días. Realmente no se trata de un río de rápidos constantes y es más parecido a un recorrido escénico con saltos de cascada. Todo esto hace que esta experiencia sea perfecta para principiantes.
La adrenalina se hace presente al llegar a la secuencia de cascadas pequeñas y medianas que hay que sortear a lo largo del río. Las más altas son de dos a tres metros, así que prepárate para dar unos buenos tumbos a bordo de la balsa.
Al descender el Lacanja también tendrás la posibilidad de practicar senderismo y apreciar desde una perspectiva única la flora y fauna de la selva virgen. Podrás pasar la noche en cabañas ecológicas dentro de una aldea lacandona y conocerás vestigios de ciudades mayas ocultas. ¿Te animas?
Río Tampaón (San Luis Potosí)
Si todavía no conoces la Huasteca Potosina y estás planeando por donde iniciar tu viaje, te recomiendo que consideres hacer parte de tu recorrido en una balsa. Los ríos de la zona son una belleza y muchos de los atractivos de la Huasteca sólo se dejan ver desde esta perspectiva.
El azulado río Tampaón se abre paso a través de un cañón de piedra caliza salpicado por paisajes espectaculares. Una de las estampas que más recordarás será cuando llegues a la imponente cascada de Tamul y contemples su potente torrente que cae desde más de cien metros de altura.
El recorrido por el Tampaón pondrá a prueba tus habilidades como principiante con rápidos clase III y algunos saltos de cascada. Además del rafting, la huasteca es ideal para casi cualquier actividad ecoturística como escalada en roca, ciclismo de montaña y senderismo.
Río Antigua (Veracruz)
Los rápidos del río Antigua son los que requieren mayor experiencia de todos los que hemos recomendado. El nivel de sus corrientes va de la categoría III; a la V. Sí quieres adrenalina extrema o ya tienes experiencia en rafting, este río cumplirá con tus expectativas. La comunidad de Jalcomulco —en donde se encuentra el río— también es famosa por la exuberancia de su vegetación y sus paisajes naturales. De hecho, en este lugar se han filmado varias películas hollywoodenses, incluyendo Romancing the stone, un clásico ochentero con Michael Douglas.
Río Amacuzac (Morelos)
Si vives en la Ciudad de México y no tienes mucho tiempo para lanzarte hasta Veracruz o Chiapas para hacer rafting, solo tienes que organizarte con los cuates y lanzarte un fin de semana a Cuernavaca. Las aguas del río Amacuzac te esperan con veinte tramos de rápidos clase III y IV. El trayecto de los rápidos abarca cerca de diez kilómetros que se completan en dos horas a través de un gran cañón tapizado de vegetación tropical.
Tips para tu primera aventura de rafting
Seguro ya estabas pensando en llevarte tu bikini y tus chanclas pata de gallo para aventarte a domar los rápidos ¿no?. Pues tendrás que guardarlos para mejor ocasión —al menos para cuando estés fuera del río.
Para practicar rafting necesitarás otro tipo de indumentaria. No es necesatio que te compres un traje de neopreno súper profesional, pero trata de seguir estas recomendaciones básicas:
- Short o licra tipo gimnasio para evitar raspones
- Water shoes o zapato tenis con agujetas
- Camiseta o playera de fibras sintéticas de secado rápido
- Repelente para mosquitos y bloqueador solar biodegradable
- Una muda de ropa y toalla pequeña
- Si usas lentes utiliza una cinta para sujetarlos a tu cabeza
- Ligas para sujetar el cabello largo
Aunque los ríos que te he recomendado suelen ser navegables durante todo el año, te sugiero informarte con las agencias ecoturísticas sobre las posibilidades para practicar rafting durante tu visita, especialmente en época de lluvias.
¿Has practicado rafting alguna vez?
Por Kiev I. Murillo | Vía matadornetwork.com
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