No es cualquier historia la de Yair Israel Piña, el estudiante de física cuyo trabajo en el desarrollo de materiales con propiedades termoluminiscentes le valió ser contratado por la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Todo comenzó cuando la madre de Yair lo retó: “demuéstrame que eres bueno para la física y te dejaré estudiarla”. En aquel entonces, el joven aprendiz de científico tenía apenas 15 años. Ese mismo año fue aceptado por el Instituto de Ciencias Nucleares para hacer una estancia de investigación sobre los ciclos del combustible nuclear.
Ese fue el inicio de la corta pero meteórica carrera científica de Yair; nada volvería a ser igual una vez que comprobó que la ciencia era su vocación.
Adelantemos la cinta de esta película al año 2015. Ya como estudiante de la licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM, Piña fue aceptado para intervenir en el programa Orión de la NASA, nada menos que el proyecto que pretende llevar al hombre a Marte en las próximas décadas.
Gracias a su participación en ese programa, Yair pudo desarrollar su primer artículo científico acerca de la dosimetría espacial (medición de la radiación en el espacio). El trabajo fue publicado en colaboración con el Dr. Epifanio Cruz Zaragoza en el Journal of Physics.
Estos escalones lo llevaron a convertirse en el primer mexicano en la NASA en 2016, cuando fue aceptado como estudiante-investigador a través de la Junta Internacional de Educación Espacial.
¿De qué va el trabajo del joven científico mexicano? Piña se ha especializado en la medición de diferentes tipos de radiación en el espacio exterior. Gracias a los detectores que ha desarrollado, es posible conocer los niveles de uranio y estroncio 90 en el espacio. Esta tecnología tiene el potencial de prevenir daños severos a la salud de los astronautas.
Además de la atención que ha obtenido del vecino del norte, Piña fue llamado a integrarse al Project Pilot Manager de la Universidad de Samara en Rusia para desarrollar un componente satelital y medir la cantidad de iones en la ionósfera.
Yair Piña es uno de muchos mexicanos que nos hicieron sentir orgullosos en 2016. Ser el primer estudiante mexicano en la NASA podría ser solo el inicio de una gran historia de éxito.
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